sábado, 28 de enero de 2012

EL CORAZÓN EN UNA AGENDA

Mirando el cielo, me doy cuenta que dentro de poco empezará a llover. Apresuro el paso, tengo que caminar dos millas, desde aquí hasta mi casa. El frío también ayuda, necesito llegar a un lugar caliente, aquí estamos bajo cero. Y mientras trato de no estornudar y seguir maldiciendo el clima, me doy cuenta que olvidé mi agenda en el escritorio. - ¡tonta, tonta!, me digo, y en un pequeño momento me pongo a pensar si tengo que regresar o no, dudo, y suspiro. si, es verdad que no la necesito, que sólo tengo fechas de reuniones, cumpleaños y viajes pendientes... pero bueno, no creo que nadie se atreva a tomarla, y leer, no no lo creo... y si él lo hace, si entra a mi oficina y reconoce mi letra, no, no soy tan importante, no creo que se haya fijado en mi letra, aunque yo si me he fijado en la suya, desde el primer día que lo conocí.en sus lapiceros en la bolsa de la camisa, y en su estilo muy peculiar de combinar el color de la corbata con los colores de los lapiceros. Desde que me fije en eso, siempre le compro corbatas para navidad.Me encanta verlo con la del color fucsia que le compré el año pasado. Desde entonces han empezado a levantarse rumores acerca de sus gustos personales, pero yo no hago caso, me gusta pensar que él se la pone pensando en mí. hoy la llevó puesta, y hoy como siempre escribí en la bendita agenda: "hoy sé que estás pensando en mi" ¡Si tengo que regresar! Sé que es el último en irse, lo imagino bostezando como lo suele hacer, cada vez que necesita tomar un café, estirando todo el cuerpo en el sillón, acomodándose los zapatos,  y tomando su taza, yendo directo a la la cafetería, atravesando el pequeño escritorio de la asistente del Decano, que lo admira en silencio, que aplaude fervientemente sus intervenciones en las reuniones de empleados, que apoya todo lo que él dice, que no dice nada cuándo se tarda en llenar los reportes, que siempre apunta en su agenda con especial interés su nombre y lo adorna melancólicamente. ¡si tengo que regresar! Apresuro el paso, empieza a caer una ligera brisa, Me acomodo más el abrigo. Entro a la oficina, la agenda está en el lugar que la deje, no hay nadie.. respiro profundo , la tomo, pero miro algo escrito en ella, no es mi letra... es la de de él.. "DESDE QUE TE CONOCÍ SIEMPRE LO HAGO" siento un calor en mi cara, levanto la vista, el está frente a mi, observándome con el café en la mano. Los dos sonreímos.

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