
Huracanes,terribles nevadas, inundaciones, cataclismos, sequías y un sin número de desastres naturales más en todo el mundo , muestra cada día que nuestro ecosistema se encuentra en una lamentable situación.
En Nicaragua no hemos estado exentos de este terrible mal. El frente frío con el que el nos recibió el año nuevo hizo que muchas personas fueran víctimas de neumonia, catarros y gripes, que lamentablemente no fueron propiedad exclusiva de ellos, sino tambíén de toda la población infantil.
Todos miramos horrorizados como el clima cambia en todo el mundo. Nuestra madre naturaleza nos castiga por todos los daños que le hemos y estamos causando. ¿Será que Holliwood no se equivocó con sus peliculas del DIA, DESPUÉS DE MAÑANA, y un sin número de réplicas más?, al parecer no tanto. Nuestro fín, parece cada día más cercano. Pero la pregunta es qué podemos hacer para cambiar esta situación.Las crisis mundiales no se deben a políticas erróneas de gobernantes, aún cuando estas tengan mucho que ver. Se debe a la escazés de los recursos, que anteriormente la naturaleza brindaba en proporciones inmensas. necesitamos entender que debemos cambiar nuestros hábitos, si queremos seguir habitando este planeta.
Tal vez el dicho que dice que "todo se acaba" parece aplicarse también en el caso de los recursos de la madre tierra.
Necesitamos ahorrar y consumir menos.Pequeñas acciones así nos pueden salvar de una catástrofe mundial, que de manera inevitabla parece venir, sin que nadie la pueda evitar..
Nuestra naturaleza está lanzando un SOS. hagamos algo para ayudarla.
Salomon de La selva, un gran poeta nicaragüense, hace mucho tiempo atrás escribió:
DESCANSO DE UNA MARCHA
LA TIERRA dice: "¡No me odies! Mira, yo soy tu madre.
¿Por qué me pisoteas con dureza?
Los tacones herrados de tus zapatos rudos me marcan ignominiosamente.
Si soy toda suavidad para contigo, ¿por qué no te descalzas? Los dedos de tus pies deben de ser como uvas de un racimo apretado,
o como rosas que todavía no se abren de algún rosal silvestre.
Yo que te hice
todo lo quiero hacer frutas o flores. ¡Adórname con los dedos de tus pies ahora que han devastado los viñedos y arrasado los jardines! ¡Devuélveme cariño por cariño!"
Yo le digo: "No puedo deshacer fácilmente los nudos de las cintas que me atan los zapatos. Me tomaría mucho tiempo y no estaría listo al sonar otra vez la voz de marcha."
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