
En la coyuntura nacional no hay tema más polémico que el del aborto. La opinión publica se encuentra dividida, unos en contra otros a favor. El consenso parece ser una utopía. La lucha en contra del aborto, sin embargo, ha hecho olvidar diferencias históricas entre las religiones más predominantes de nuestro país, puesto que todas a unísona voz claman: ¡la vida debe ser respetada!
Aunque muchas feministas radicales y doctores liberales quieren decirnos que solo se trata de un feto “la verdad es que la medicina moderna cuenta con recursos sofisticados con los que ha penetrado hasta el mundo del embrión y entiende a ciencia cierta que se trata de un ser humano cuyo corazón late, poseedor de ondas cerebrales como las de cualquier individuo pensante, capaz de dormir, soñar y estar despierto, de sentir dolor físico y reaccionar con emociones de tristeza, alegría, angustia o ira” afirma en su libro, juventud en éxtasis, Carlos Cuauthemoc Sánchez.
¿Por qué entonces; sabiendo que se trata de un ser humano las mujeres quieren abortarlo?
“vivimos en un mundo en el cual, no hay respeto por la vida, un mundo lleno de egoísmo, donde no nos interesa la vida de los demás, mas si esta se vuelve impedimento para nosotros” expresa Christian López, líder cristiana de la UNAN-MANAGUA.
Para Ana Rodezno Sandoval, líder juvenil cristiana, la razón parece obedecer a que muchas mujeres “quieren evitarle un sufrimiento al hijo que va a nacer, más si este trae alguna complicación”.sin embargo este es otra gran mentira disfrazada de ternura compasiva. “La tecnología medica permite, en la actualidad proporcionar tratamientos con antibióticos, realizar pequeñas cirugías e incluso cambiar la sangre de un bebé en gestación. En estricto derecho se trata de un paciente más, diferente a la mamá, y la ética elemental dicta al medico preservar la vida de todos sus pacientes.” Comenta Fabio Filho, escritor Cristiano.
Realmente ¿A quien se busca evitar el sufrimiento a la madre que s e quiere librar de ese “problemita” o al a inocente criatura que “quiere vivir”. Una verdadera madre nunca le negaría el derecho a vivir a un hijo y quiero ilustrarlo ¿con este ejemplo de la vida real:
Una mujer tuberculosa con serios problemas pulmonares se embarazó por quinta ocasión. Vivía en condiciones de miseria su esposo era alcohólico, desempleadoy sifilico en tercer grado. Su primer hijo le nació ciego, y el segundo murió y los otros dos padecían de tuberculosis. A este quinto le esperaba un hogar disfuncional, dolor, enfermedades y miseria. ¿No sería mas justo para el bebe evitar su nacimiento? la respuesta mas obvia seria Si. Por fortuna, la mujer no abortó. Si así hubiese sucedido, la humanidad jamás hubiera podido escuchar la música de Ludwing Van Bethoven, pues estas fueron las condiciones d e su nacimiento.
Solo porque un niño traiga alguna mala formación no significa que este deba morir. No se trata de traer humanos bellos y perfectos se trata de traer “SERES HUMANOS”.En una ocasión una activista de un movimiento feminista de los EEUU permitió que se filmar el momento en que s e practicaba uno de los numeroso abortos que se había realizado, las imágenes fueron aterradoras, mas tarde esta fueron publicadas en un articulo de Internet y el texto decía lo siguiente: “El abortista coloca el especulo en la vagina de la mujer. Inserta el tenáculo y lo fija. Mide con una sonda la profundidad del cuello uterino y aplica los dilatadores hasta que el camino está listo para introducir el tubo succionador. En la pantalla ultrasónica se ve el feto, moverse normalmente, sereno, su corazón late a ciento cuarenta por minuto; Está dormido, chupándose el pulgar de la mano izquierda. Repentinamente despierta con una simultanea descarga de
Adrenalina. Ha percibido algo extraño. Se queda quieto, como si se agudizaran sus sentidos para entender lo que esta sucediendo afuera. El aparato ultrasónico capta la imagen de la manguera succionadora abriéndose, pasa a través d el cuello con movimientos oscilantes, hasta que se detiene tocando la bolsa amniótica. Entonces la presión negativa de 55 milímetros de mercurio rompe la membrana de las aguas y el líquido, donde flotaba el niño, comienza a salir. En ese preciso instante el pequeño comienza a llorar, pero su llanto no puede oírse en el exterior. Inicia giros rápidos tratando de huir de eso extraño que amenaza con destruirlo. Su ritmo cardiaco sobre pasa los 200 latidos por minuto, sigue llorando, su boca .se mueve dramáticamente y hay un momento en queda totalmente abierta. Los aparatos detectan un grito que nadie puede escuchar. Los violentos movimientos del producto provocan que constantemente se salga del foco. Puede observarse a la perfección la forma en que se trata de escapar, convulsionándose para evitar el contacto con el tubo letal, pero su espacio es reducido y el agresor lleva todas las de ganar. Finalmente la punta de succión se adhiere a una de sus piernitas y esta es desprendida de un tajo. Mutilado, sigue moviéndose cada vez con menor rapidez en un medio antes líquido ahora seco. La punta del aspirador nuevamente trata de alcanzarlo, los médicos la introducen buscando a ciegas; les da lo mismo arrancar otra pierna, un brazo o una parte del tronco; para el asesinato en si no existe ningún procedimiento técnico. “El producto” sigue llorando en una agonía impresionante. El tubo vuelve a alcanzarlo, esta vez enganchándose en un bracito que también es desprendido. Negándose a morir, el cuerpecito desgarrado sigue sacudiéndose. La manguera succiona el tronco tratando de arrancarlo de la cabeza. A l fin lo logra. El desmembramiento es total. Entre el abortista y el anestesista se utiliza un lenguaje en clave para ocultar la triste realidad de lo que está sucediendo. “¿ya salió el Numero 1?” pregunta el anestesista refiriéndose a la cabeza. Esta es demasiado grande para ser succionada por la manguera, de modo que el abortista introduce los llamados fórceps de pólipo en la madre. Sujeta el cráneo del pequeño y lo aplasta usando las poderosas pinzas. La cabeza, con todo su contenido, explota como una nuez y los restos son extraídos minuciosamente. El recipiente del succionador termina de llenarse con lo últimos fragmentos de sangre, hueso y tejido humano.”
Y la pregunta que aquí surge es ¿Si esto no es asesinato entonces que es?
Ana Sandoval expresa “en realidad el aborto terapéutico es una contradicción en términos, por que ningún aborto salva o cura a nadie, que es lo que la palabra terapéutico quiere decir.”
El hijo de dios, si embargo, no vino a condenar vino a salvar y a dar una nueva oportunidad a los eres humanos, ¿porqué usted, entonces, no brinda una oportunidad a ese hijo que lleva en sus entrañas? Dios ama alas mujeres que han sufrido un aborto, pero repudia la práctica de este.
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